Alea iacta est.

6:45am Despertador en Barcelona.

Tras el viaje de ayer, nos hospedamos y quedamos para cenar. Nos reunimos en la mesa de un restaurante de Barcelona: Laura, Pablo, Isidro, Amparo y yo. El viaje ha sido plácido y una vez llegados toca una cenita con la mejor compañía. Cenamos un poco «guarro» pero de calidad. Es decir, picadita de productos varios que para correr no es lo más aconsejable pero que bien merece la pena. El buen ambiente y las risas son el hilo conductor de la velada.

Pero toca ponerse el mono de trabajo para centrarse en el maratón. Y para ello quedamos a las 7:45am en Plaza España. Subimos a Monjuic para realizar el rodaje de activación. Desde arriba se ve toda Barcelona. Al final realizamos unos 6kms entre trote y progresivos. Nos vamos hacia el hotel, ducha, almuerzo y a por los dorsales.

Hemos estado casi toda la mañana paseando. A las 14h bajamos a buscar sitio para comer. Plato de pasta, helado de postre y a descansar. La tarde está transcurriendo en la habitación, intentando descansar mientras vemos el tenis (Alcaraz). Y poco más que contar. Estamos a escasas 13 horas del momento señalado. Solo queda salir a dar un paseo, cena y seguir sumando todo el descanso posible.

Mañana será un día duro. Parece que va a hacer mucho calor. Junto con el viento que se prevé y la humedad serán factores que mermarán el rendimiento. Preocupa pero no distrae. Pues la intención no es marcar una marca objetivo ni un ritmo atrevido, se trata de reencontrarse con la distancia y ver si el cuerpo y la mente son capaces de enfrentarse a Filípides de nuevo para en invierno atacar la marca. Nos adaptaremos a las circunstancias lo mejor posible.

De momento agradecer a mi familia, compañeros e Isidro (compañero de aventura) el haber hecho posible haber llegado hasta aquí. De verdad que después de los acontecimientos de la pandemia, familia y otros, no era fácil al menos intentar preparar algo. Ha sido una preparación corta de 8-9 semanas y liviana pero al menos me ha hecho entrenar con regularidad. Gracias por haber ayudado a poder estar en línea de salida. El camino es la felicidad, no el fin. Así que mañana saldrá lo que saldrá e intentaré acabar y de la mejor forma posible. Pero en el maratón nunca se sabe. Así que ya tengo el premio de haber llegado al día «D» a la hora «H» con salud.

ALEA IACTA EST